lunes, 20 de julio de 2015

“El adagio 'barco parado no gana flete' casi se aplica mejor a las finanzas que a la navegación” decía Raúl Sendic. La deuda externa no tiene que ver con las esperanzas de los deudores, sino que se contrajo obedeciendo necesidades de los prestamistas. A los acreedores hay que tratarlos como lo que son: ¡¡Piratas!!







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